Hace unos años atrás, un ingeniero llamado Enrique Iglesias se le ocurrió crear a Robert, un robot con una mente muy parecida a la de un humano. Se hizo tan famoso este invento que se empezaron a fabricar muchos más hasta llegar al punto de hacerse internacional. Todos querían tener un robot que les pudiera ayuda en todo.
En el año 2035, desgraciadamente, el inventor falleció. Por suerte, su hijo Tomás decidió seguir los pasos de su padre y empezó a fabricar nuevos inventos. Llegó al punto de que los robots ocupaban más en el planeta. En 2042 los robots empezaron a aprender idiomas incluso a estudiar.
Hoy os escribo en el día internacional del robot. Me llamo Catalina aunque mis padres me suelen llamar Invento 48000 y si estás leyendo esto, pronto daremos por extinguido al ser humano, así que no perdáis el tiempo y prepararos. No queda mucho para que os arrepintáis de habernos creado.